“Acuérdate de mí, ¿vale? Existimos porque alguien piensa en nosotros y no al revés; no te olvides nunca”

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Sonriendo miró la luna

Espero que los problemas de casa no influyan en tus estudios” le decía siempre su padre, pero Alex ya no era la misma. Hacía mucho tiempo que su don de fácil concentración se había esfumado y había desbocado por sus ojos todo el temor y la rabia de no poder estudiar como a ella le gustaría.
Había algo que no podía dejar de hacer: escuchar gritos, cada noche, que procedían del comedor.
Y entonces, ocurría cada madrugada que tiraba su vida entre lágrimas, subía a la azotea y se sentaba en el borde del edificio, medio cuerpo dentro y medio cuerpo fuera. Y observando la ciudad cercana al mar y las calles frías por el rugoso invierno recordaba los momentos felices de antaño, y sonriendo miraba la luna, deseando con todas sus fuerzas poder estar sobre ella en esos momentos y contemplar el mundo desde allí arriba, sentada. Entonces pensaba “eso si que es vida”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bienvenida al balcón de la luna,donde todo es posible,aqui no pesa nada,ni las lágrimas,ni lo que pudo ser y no fué.
Solo hay que dejarse llevar y guiarte por un solo dedo,eres ingrávida,flexible,translúcida...
sonrie.
¿Te vienes? Somos muchos ya...tq.

http://www.fourmilab.ch/cgi-bin/Earth?imgsize=320&opt=-l&lat=41.7917&ns=North&lon=2.125&ew=West&alt=391275&img=learth.evif